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Francisco Molina Llorens

Sociólogo. Asesor sobre temas relacionados con la discapacidad, accesibilidad en el entorno. Profesor de didgeridoo.

Valencia y alrededores, España. Servicios para el individuo y la familia

EL INSTRUMENTO MEDICINA
 
Siempre me ha gustado la música.
Lo que nunca hubiera imaginado es que me reportara salud.
Antes del accidente, en la casita de campo de los papis, nos reuníamos los amigos en torno a una batería de cuarta mano que reformé. Sonorizábamos los instrumentos de cualquier manera con tal de que se escucharan. No era mucho, pero suficiente para que un grupo de adolescentes  descargara adrenalina en un ambiente musical tan efervescente como los primeros 80, los años de la Movida.


 

La tetraplejia implica una serie de limitaciones muy dispar. A nivel motor y sensitivo, afecta a todo el sistema nervioso y muscular por debajo de la lesión, de modo que en mi caso me afecta a las piernas, todo mi cuerpo hasta los hombros, y de un modo parcial a los brazos . Por supuesto, también me afecta a la musculatura del sistema respiratorio, que queda considerablemente limitado. De hecho en muchas ocasiones se le ha de practicar al paciente una traqueotomía, aunque afortunadamente no ha sido mi caso.


Fue en el verano del 85 en una salida de fiesta.  Aquella noche marcó un punto de inflexión en mi vida. Nada sería igual. Pero mi afición por la música no varió. Al no valerme del movimiento de mis dedos, estaba muy limitado para poder tocar los instrumentos que me rodeaban.


 

Mi hermano menor heredó mi batería. Recuerdo que lo primero que hizo fue  cambiarle el color, que de un azul eléctrico pasó a ser negra mate. El motivo no fue otro que, de tocar temas pop-rock que interpretábamos nosotros, aquel viejo instrumento pasó a desgranar ritmos punkies inspirados en el Rock Radical Vasco de Kortatu, Cicatriz o La Polla Records. Entonces, se me ocurrió comprarme un cuatro pistas y un multiefectos y grabarles maquetas. Les ponía efectos a las voces en directo, grababa los conciertos... y así pasaba el tiempo. No había encontrado un instrumento el cual pudiera tocar, pero la posproducción me permitía desarrollar mi creatividad en el mundo de la música. Nunca pasó de ser una afición, pero colmaba mi espíritu creativo.



 

Conforme pasaban los años, mis gustos musicales se ampliaron y se inclinaron hacia las músicas del mundo. Descubrí los cuencos tibetanos, el arpa de boca, los cantos difónicos del centro de Asia.. sonidos increíbles y fascinantes. Entonces, mi hermano me habló de un instrumento de viento que no precisa de ser manipulado con dedos y manos para su práctica: el didgeridoo australiano. Él mismo me trajo mi primer instrumento, uno de bambú, prácticamente de adorno, pero que sonaba bien y se podía aprender con él. Ahora que han pasado más de diez años, cuando aparece por detrás de alguna puerta, lo veo y no me explico cómo pude aguantar tanto con aquel instrumento de decoración. Pero claro, incluso hoy día es difícil adquirir un didgeridoo aceptable.



 

El didgeridoo es una rama de árbol el cual está hueco por dentro por acción de las termitas. Los aborígenes australianos tratan esa rama, la decoran, le ponen una boquilla de cera y utilizan el instrumento en sus fiestas y ceremonias desde tiempos ancestrales.  La particularidad en la interpretación de este instrumento es que es posible hacerlo sonar continuamente sin hacer pausa para respirar, por medio de dos técnicas: la respiración diafragmática y la respiración circular. El aprendizaje, como todo, requiere de práctica, y de coordinación. Al principio parece complicado, pero no resulta difícil de aprender en relativo poco tiempo.



 

Cuando ya llevaba unos siete u ocho años tocando, hace aproximadamente tres años, se me llamó desde la Facultad de Ciencias del Deporte para participar en una tesis. Doce personas con tetraplejia iban a participar

en un experimento científico. Se trataba de, con una bicicleta estática montada sobre una mesa, pedalear con los brazos para observar si la práctica de este ejercicio contribuía a mejorar la salud de la población con tetraplejia. La prueba consistía en un ejercicio de pedaleo durante media hora cuatro veces a la semana por un espacio de tiempo de ocho semanas. Previamente a las sesiones de trabajo, se nos hizo a todos una prueba espirométrica para conocer si  tras las ocho semanas y haciendo de nuevo la prueba existían variaciones en los resultados. Asimismo, hacían unas preguntas  procedentes, como si practicábamos algún deporte o hacíamos ejercicio físico,

a lo que yo respondí que no.



 

Una semana después de haber pasado por el primer control, y acudiendo para comenzar con el ejercicio físico, el director de la tesis me llamó y me preguntó:

 

"Paco, si no practicas ningún ejercicio físico,

¿ me puedes explicar porqué tienes el doble de capacidad vital que el resto de tetrapléjicos con tu nivel de lesión?" Entonces me di cuenta del beneficio que me reportaba la práctica de este instrumento.

 

Para una persona con una limitación importante en la musculatura del sistema respiratorio, es importante tener suficiente fuerza. En algunos casos se agradece ese plus, como  para expectorar, sobretodo en episodios de resfriados con abundante secreción.


Más tarde, encontré en internet un estudio que se hizo en Zúrich sobre los beneficios que reportaba la práctica del didgeridoo en pacientes con apnea del sueño. Se ha revelado como un remedio para los ronquidos, y también produce beneficios en pacientes con asma. Parece el instrumento milagro, pero no hay duda. La ciencia lo avala, y yo doy fe.



 

Desde hace unos años, me dedico en mi tiempo libre a enseñar a tocar el didgeridoo. Al principio, todas las personas que deseaban aprender, lo hacían con fines únicamente musicales, pero desde hace un tiempo recibo personas que quieren aprender a tocarlo para mejorar su calidad de vida y la de sus parejas. Personas que duermen con CPAP, la máquina que les suministra oxígeno, que quieren combatir la apnea del sueño de algún modo que los liberen de dormir con la máscara que les limita los movimientos. U otros, que roncar cuando duermen les representa un problema y ya lo han probado todo. 



 

 

Paco Molina.

Sociólogo, profesor de didgeridoo,

Asesor sobre temas relacionados con la discapacidad, accesibilidad en el entorno

http://dronevalencia.blogspot.com.es/


lillipak@gmail.com

 Descubren un instrumento que es fácil de tocar, no requiere de conocimientos musicales previos ni nada que ver con partituras, es divertido, y  les reporta beneficios para su salud.



 

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