Artur José Lopes

Terapeuta profesional de Flores de Bach especializado en Autoestima

España

Medicina alternativa

EN EL INTERVALO DEL CAMBIO

¿Te has parado a pensar realmente lo que ocurre en el mundo mientras… tomas un café?... Si eres de los que les gusta aprovechar el momento de tomar un café o un té para dedicarlo a la reflexión, puede que sí, que hayas pensado en ello, si no, si eres de los que bebe un café mientras miras el reloj, el móvil, el ordenador, o cualquier otra cosa que implique que tu lado izquierdo del cerebro esté en modo activo, entonces tal vez este artículo sea para ti…

¿Qué crees que pasa en el mundo mientras tomas un café? ¿En qué estás pensando? ¿Qué estás sintiendo mientras bebes tu caliente y humeante café? Sabes, cada vez que llevamos a cabo una acción causamos un impacto, una reacción. Cada cosa que hacemos, pensamos o sentimos tiene un efecto en las personas y en el entorno que nos rodea. Cada elección que tomas, emite unas ondas en el mundo. Puede que no te des cuenta, que lo ignores, que no seas siquiera testigo del resultado, pero eso no invalida que no ocurra de todos modos. Hay una ley de la física que lo explica y de una forma muy sencilla: cada acción tiene su reacción, por lo tanto, todo cuanto piensas, sientes o haces mientras bebes tu café, tendrá, una reacción cuyo resultado puede darse a corto, medio o largo plazo. ¿Qué te hace actuar? A lo mejor crees que todas tus decisiones están basadas en un análisis puramente racional… ¿Y si no es así? ¿Y si te dijera que más de un 75% de tus decisiones son tomadas con base en tus patrones inconscientes? Con base a tu experiencia, a tus miedos, a tus creencias, una respuesta a lo que te sucede… Todo eso conforma lo que tú decides a cada momento. Sería interesante que pensaras en ello, puesto que a veces, lo que estás haciendo no es actuar, es reaccionar.

Mente consciente

Mente inconsciente

Si quieres cambiar algo en tu vida, primero revisa lo que sientes con relación a los cambios para que puedas mantener sanas tus emociones y prepararte para ese cambio. ¿Tienes facilidad para adaptarte a lo nuevo, a lo desconocido, a lo no experimentado? Tal vez creas que no, pero la paradoja es ¿Te has dado cuenta de todo cuanto estás cambiando mientras piensas, sientes y actúas? Estás, o mejor dicho, estamos en cambio permanente. El "ahora" ni siquiera existe, porque cuando pronuncias la palabra "ahora", al terminar la palabra ya han ocurrido cosas… Hay un intervalo entre el "ahora" pronunciado y el "ahora real".

Cuando tú actúas, afectas al entorno en el que estás. Por muy ligera que sea esa acción puede tener una sería repercusión.

Imagínate por ejemplo un juego de miles de piezas de de dómino en posición vertical. Un ligero, muy ligero toque en la primera pieza, puede hacer cambiar la posición de todas las demás, no obstante, solo has tocado la primera… Cómo cuando tiras la bola blanca en una mesa de billar. Toda la estructura del juego cambia. En el juego de la vida, tu eres la bola blanca. Con tus pensamientos, sentimientos y acciones. Cuando piensas, no sabes hasta dónde puede llegar el impacto de tus pensamientos, aunque de manera inescrutable van a cambiar tus experiencias siguientes. Cuando sientes, ocurre algo similar, a través de tu frecuencia vibratoria, de la forma en cómo te sientes, vas a atraer personas, circunstancias, situaciones que estén en consonancia con tu estado emocional. Las emociones son una forma de energía. Nos atraemos entre nosotros por nuestra propia química. Construimos canales neuronales que nos unen, cerebro con cerebro.

¿Qué te sugiere la palabra cambio? ¿Qué sientes cuando piensas en esa palabra? ¿Es miedo? ¿Miedo a perder? ¿Miedo a ganar? ¿Rigidez? ¿Inflexibilidad? ¿Rabia?

¿Qué sentimientos te produce el cambio? A los seres humanos no nos gustan los cambios. Luchamos aferradamente contra ellos. Nos asustan. Nos sujetamos a conceptos del tipo "desde siempre", "de toda la vida", "para siempre", "para toda la vida"... Queremos que la vida sea una instantánea permanente, pero la vida son imágenes en movimiento. Tal vez no te guste ser un elemento pasivo en el cambio, pero quieras o no, eres un elemento activo, permanentemente, por lo tanto, ¿para qué rechazar el cambio si esa es parte de tu naturaleza? El cambio, nos obliga a ser flexibles, a moldearnos, a crecer, a aprender, a adaptarnos. Es cierto que el cambio no es fácil, sobre todo si es resultado de una reacción del todo, de una reacción que creemos ser ajena a nosotros, de una decisión tomada por alguien ajeno.

Pero si podemos entender, comprender, interiorizar que todo, todo lo que cambia es un conjunto, es una "masa viva" en la cual interactuamos constantemente, y que eso es una forma de armonía y equilibrio, tal vez podamos aceptar con más facilidad el cambio. Fluir. Vivir en vez de sobrevivir. Hemos de cambiar nuestra Conciencia con respeto al cambio,

valga la redundancia…

Comprender que todo ocurre por algo, que todo es el resultado de algo, la reacción de una acción, aun no siendo conocedores de la acción inicial. Hacerlo nos hará responsables, nos hará comprender que todos hacemos parte integrante de un conjunto en el qué estamos viviendo, pero que tenemos la oportunidad, el poder de con una pequeña acción, pensamiento o emoción hacer que toda esa estructura siga cambiando, hacía una dirección o hacía otra.

Cambiar significa responsabilidad, pero también elección. Si nos hacemos responsables de nuestra vida y realmente queremos y decidimos cambiar, el Universo nos apoyará en todo el proceso de cambio, pero hemos de estar dispuestos, y hemos de aprender a elegir. Resistirse demasiado a cambiar es una negativa hacía la vida. Afirmar que no quieres cambiar es equivalente a decir que no quieres vivir, mientras que estar dispuesto a cambiar es fomentar tu Poder Personal. No puedes controlarlo todo en el mundo exterior. Pero si cambias tu interior, tu exterior será su maravilloso reflejo. Cambia la causa y la consecuencia habrá cambiado.